jueves, 24 de julio de 2008

Tú, El Inmortal de Roger Zelany



Estamos ante una obra clásica, ganadora del Hugo del año 1966 compartiendo prémio con otro clásico: Dune.

Por si alguien no conoce la contraportada:

Cuando los mitos vuelven a caminar sobre la tierra.

Tras la Guerra de los Tres Días, la Tierra quedó reducida a un caos humeante y radiactivo. Las escasas avanzadillas humanas en Titán y otros puntos del sistema solar fueron salvadas de la extinción por la oportuna llegada de los veganos, que convirtieron la Tierra repoblada en un protectorado. Contra el dominio alienígena se alzó el legendario Kostantin Karaghiosis, héroe por la libertad para unos, terrorista para otros, y tras años de lucha se consiguió crear una frágil autonomía. Ahora, al cabo de varias décadas, el Comisionado de Artes, Monumentos y Archivos de la Tierra, Conrad Nomikós, recibe la petición de guiar al vegano Cort Myshtigo en una visita a las ruinas de la civilización humana. Pero Conrad esconde un secreto, y en su viaje entre las criaturas de las zonas radiactivas tendrá en sus manos la vida o la muerte de Myshtigo y el destino de la Tierra.


Para dejarlo claro desde el principio, Zelazny es uno de los mejores escritores que ha tenido la ciencia ficción, precursor de la New Wave, en Tu, el Inmortal utiliza los mitos griegos en un escenario postapocaliptico en el que después de una catastrofe nuclear, una raza extraterrestre, los Veganos han convertido a la tierra en poco más que un parque de recreo y a la raza humana en unos simples servidores.
En este escenario aparentemente simple se desarrolla el viaje de Conrad, protagonista absoluto y epitome de héroe trágico griego enfrentado al destino. Zelany nos transporta con el resto del pasaje en un trasunto de odisea a través de una tierra devastada donde los mutantes campan por sus anchas y en la que el simple turismo puede salir muy caro.

Pero ese es el principio, la novela tiene tantas capas como se quieran investigar. Funciona como novela de aventuras, como apología del conservadurismo naturista, como evolución del famoso héroe-de-las-mil-caras, como iniciación a la mitología griega..... y podríamos seguir.

Es posiblemente uno de los mejores títulos que un aficionado al género fantástico puede tener a su alcance. El volumen lo completa un exhaustivo y excelente ensayo de Iván Fernandez Balbuena sobre la novela y la narrativa de Zelazny.

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